Varios testigosle sitúan en Italia, donde vivía, el día del asesinato. El juez le retira el pasaporte y le impone comparecencias cada 15 días

 

F. MANTECÓN
04/10/2015

Francisco R. J., el hombre encarcelado desde mediados del mes pasado como presunto asesino del joven dominicano Ariel Carrasco, salió anteayer de prisión por orden judicial. Aunque las pesquisas policiales le situaban como autor material de la muerte a tiros de Carrasco, en su casa del barrio zaragozano de Delicias, durante un pase de droga, las pruebas que se han ido recopilando ponen en duda esta tesis. Aun así, no todas las dudas están despejadas y el juez instructor, Alfonso Tello, le ha retirado el pasaporte e impuesto comparecencias quincenales en el juzgado, para dificultar su posible fuga.

El crimen de Reyes, ocurrido la víspera del día festivo en la calle Navas de Tolosa de la capital aragonesa –la misma donde se desarrolló el crimen del cibercafé–, fue, según apunta la instrucción, el trágico desenlace de una compraventa de cocaína. Por ella serán juzgados en unos meses el hermano por parte de madre de la víctima, Melvin O. V., y dos presuntos intermediarios, Juan Evangelista L. D. y Ramón Eduardo H. G. Junto a ellos se sentará en el banquillo, si no le retiran la imputación, el recién liberado Francisco R. J., que sigue imputado por narcotráfico. Y por lesiones, por la bala perdida que rozó a una vecina en el abdomen.

La Policía continúa buscando al otro joven que huyó de la casa tras el crimen, en coche, con Francisco R. J.. O a los dos autores, si se confirma que este no estuvo presente en Zaragoza en enero. Sus abogadas, Nadia Brahim y Julia Ruiz, no descartan pedir el sobreseimiento de la causa contra él a la luz de las pruebas practicadas.

Entre ellas está el interrogatorio por parte de la Policía italiana (que fue la que le detuvo, orden internacional mediante) de varios testigos, que acreditan que Francisco R. J. estaba en aquel país en esas fechas. Además, pese a que el hermano de la víctima le reconoció fotográficamente como uno de los autores, no ha sido identificado en ninguna de las cinco ruedas de reconocimiento practicadas tras su detención, incluidas las de la madre y hermana de Ariel Carrasco.

Las abogadas de Francisco R. J. ya habían recurrido la negativa del titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Zaragoza a excarcelarle, pero fue desestimada. Iban a reclamar a la Audiencia Nacional cuando el propio magistrado, a la luz de los últimos informes aportados a la causa, tomó la decisión de dejarle en libertad con las citadas medidas cautelares. Así seguirá por el momento, mientras las pesquisas policiales no arrojen nuevos datos sobre el crimen en uno u otro sentido.